La esquiadora española María José Rienda se despidió a las primeras de cambio de los Juegos Olímpicos de Vancouver, tras no poder clasificarse a la segunda ronda de las eliminatorias de la prueba de gigante al igual que sus compañeras Carolina Ruiz y Andrea Jardí.
La granadina, de 34 años y que cumplía su quinta participación olímpica, con una meritoria sexta plaza en el gigante de Salt Lake City 2002 como mejor resultado, completó el recorrido con un discreto registro (1:21.22) en cuadragesimaquinta posición, corroborando su dubitativo estado de forma actual.
Carolina Ruiz, decimoquinta en descenso y decimoctava en supergigante, terminó en el trigesimoquinto puesto (1:19.17), mientras que la última de la nacionales en liza, la debutante Andrea Jardí, completó su estreno olímpico en el cuadragesimosegundo lugar (1:20.41). Las norteamericanas Lindsey Vonn, oro en descenso y bronce en supergigante, y Julia Mancuso, campeona olímpica de la especialidad en Turín 2006, no superaron el corte.
Rienda finalizó su competición en Vancouver y, por sus palabras tras el gigante, también en las citas olímpicas. "Estoy contenta, porque estos son mis quintos Juegos, pero está claro que he vuelto a notar que, tras las dos graves lesiones, todavía me cuesta. Ya lo he notado esta temporada y hoy (por ayer) aún más, porque con tan poca visibilidad ha sido difícil", explicó la andaluza.
"He tenido numerosos errores en la parte alta de la pista. No he dejado correr los esquís lo suficiente. Y en la parte baja me quedé casi parada, antes de entrar en meta", dijo la española con más victorias en la Copa del Mundo de esquí alpino (seis), que ha pasado las últimas temporadas recuperándose de una tríada en la rodilla derecha, primero, y de una rotura de ligamento cruzado interno en la izquierda, después.
"Con esta prueba no puedo estar satisfecha del todo, pero por otro lado sí por haber sido olímpica en cinco Juegos, sobre todo después de mis lesiones. Hubiese preferido una competición con sol, porque aunque hubiera habido zonas con sombra, el relieve siempre se puede apreciar mucho mejor con más visibilidad. Pero he luchado y lo he intentado. A veces sale y otras, no", apuntó.
"En cuanto a los Juegos Olímpicos, ya hay que dejar paso a los más jóvenes para Sochi (Rusia, donde será la próxima cita invernal, dentro de cuatro años)", indicó Rienda, que tras el gigante de Cortina, hace un mes, anunció que seguirá una temporada más.
"Han sido tres años parada, prácticamente, rehabilitando lesiones muy graves y en los que he estado sufriendo mucho hasta hace prácticamente un mes. Por eso, aunque hoy podía haber hecho una mejor bajada, estoy muy contenta", recalcó.
Sobre el futuro, afirmó que "el año que viene espero poder hacer bien la Copa del Mundo y que de todo el trabajo hecho este año pueda salir un resultado. ¿Los Mundiales de Garmisch (Alemania)? Son otra opción y hay que luchar por ella. Yo lo que está claro es que lo daré todo", declaró.
La granadina, de 34 años y que cumplía su quinta participación olímpica, con una meritoria sexta plaza en el gigante de Salt Lake City 2002 como mejor resultado, completó el recorrido con un discreto registro (1:21.22) en cuadragesimaquinta posición, corroborando su dubitativo estado de forma actual.
Carolina Ruiz, decimoquinta en descenso y decimoctava en supergigante, terminó en el trigesimoquinto puesto (1:19.17), mientras que la última de la nacionales en liza, la debutante Andrea Jardí, completó su estreno olímpico en el cuadragesimosegundo lugar (1:20.41). Las norteamericanas Lindsey Vonn, oro en descenso y bronce en supergigante, y Julia Mancuso, campeona olímpica de la especialidad en Turín 2006, no superaron el corte.
Rienda finalizó su competición en Vancouver y, por sus palabras tras el gigante, también en las citas olímpicas. "Estoy contenta, porque estos son mis quintos Juegos, pero está claro que he vuelto a notar que, tras las dos graves lesiones, todavía me cuesta. Ya lo he notado esta temporada y hoy (por ayer) aún más, porque con tan poca visibilidad ha sido difícil", explicó la andaluza.
"He tenido numerosos errores en la parte alta de la pista. No he dejado correr los esquís lo suficiente. Y en la parte baja me quedé casi parada, antes de entrar en meta", dijo la española con más victorias en la Copa del Mundo de esquí alpino (seis), que ha pasado las últimas temporadas recuperándose de una tríada en la rodilla derecha, primero, y de una rotura de ligamento cruzado interno en la izquierda, después.
"Con esta prueba no puedo estar satisfecha del todo, pero por otro lado sí por haber sido olímpica en cinco Juegos, sobre todo después de mis lesiones. Hubiese preferido una competición con sol, porque aunque hubiera habido zonas con sombra, el relieve siempre se puede apreciar mucho mejor con más visibilidad. Pero he luchado y lo he intentado. A veces sale y otras, no", apuntó.
"En cuanto a los Juegos Olímpicos, ya hay que dejar paso a los más jóvenes para Sochi (Rusia, donde será la próxima cita invernal, dentro de cuatro años)", indicó Rienda, que tras el gigante de Cortina, hace un mes, anunció que seguirá una temporada más.
"Han sido tres años parada, prácticamente, rehabilitando lesiones muy graves y en los que he estado sufriendo mucho hasta hace prácticamente un mes. Por eso, aunque hoy podía haber hecho una mejor bajada, estoy muy contenta", recalcó.
Sobre el futuro, afirmó que "el año que viene espero poder hacer bien la Copa del Mundo y que de todo el trabajo hecho este año pueda salir un resultado. ¿Los Mundiales de Garmisch (Alemania)? Son otra opción y hay que luchar por ella. Yo lo que está claro es que lo daré todo", declaró.
